Descubrir Sicilia significa también viajar en su maravillosa cocina, caracterizada por comidas ricas de especias, perfumes y colores.

Sus sabrosos “arancini” de arroz, los celebres rollos dulces de requesón y la tarta siciliana “cassata”, el aceite de aceitunas y los vinos, los quesos y los embutidos, los agrios y las hortalizas, las confituras y las conservas, estos solo son ejemplos de los que verdaderamente es la grande variedad de las comidas siciliana.Podréis descubrir lo bueno que es el territorio directamente a la mesa, u paseando por lo mercados populares típicos de Catania y sus cercanías. Caminando por los bancos de pescado, típicos de la Riviera dei Ciclopi, podríais probar platos muy ricos. Entre ellos hay muchas variedades de entradas de pescado, como los mejillones gratínados, las anchoas escabechadas, los filetes de pez espada y la ensalada de pulpo, langostinos y cecina de huevos de pez, excelentes primos y especiales segundos de pescado asados a la parilla.

En el monte Etna, gracias a las numerosas ferias, tendréis la posibilidad de probar castañas, nueces, pistachos, fresas, cerezas, y luego en los pueblos cercanos podríais comer los varios tipos de setas y los platos de carne, del castrato al horno, el chorizo cocido con hierbas y el delicioso falso magro.

Además os aconsejamos saborear las especialidades de berenjena como la celebre “parmigiana”, la berenjena rellena, la “caponata” y la riquísima pasta a la Norma, precisamente originaria de Catania.

Al final, no podréis perderos de pararos en frente de una escaparate de las golosas pastelerías sicilianas y aprovechar de: los helados de varios sabores como los que preparamos con el pistacho de Bronte, granizados de limón, almendra, morero, café y el bollo y mas postres de cualquier tipo.

Podríais pasear por los mercados llenos de frutas y verduras para hacer de vuestro viaje también una especial descubierta de los sabores mediterráneos.